La poeta uruguaya Ida Vitale ganó este jueves la XIII edición del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca. Autora, traductora, ensayista y docente, Vitale tiene 92 años y en 2010 fue distinguida con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de la República.
Fue elegida por unanimidad entre los 43 candidatos que aspiraban al galardón por «su lenguaje sensorial e implicación en el cambio que ha experimentado la poesía en los últimos tiempos». Es una «gran renovadora de las letras, así como una de las más vanguardistas de la poesía en español», explicó la concejal de Cultura de Granada, María de Leyva, al dar a conocer el veredicto del jurado.
El Premio, que está dotado con 30.000 euros, se entregará en mayo próximo en el Centro García Lorca de Granada, inaugurado en 2015 en el centro histórico de la ciudad. «Es muy exigente con su lenguaje y quiere que cada palabra lleve más de lo que dice (…) Su lenguaje es sensorial porque no solo es conductor de ideas , sino también de percepciones», indicó Carlos Pardo, que ha ejercido de portavoz del jurado, integrado con profesionales de la Fundación Federico García Lorca, el departamento de Literatura Española de la Universidad de Granada, el Centro Generación del 27 y la Residencia de Estudiantes de Madrid, entre otros, además del alcalde de Granada, Francisco Cuenca.
Vitale, que reside en Estados Unidos y se le considera integrante de la Generación del 45 uruguaya junto a Mario Benedetti e Idea Vilariño, sucede así en este galardón a poetas como Ángel González, que lo recibió en la primera edición en 2004; la cubana Fina García Marruz, en 2011; el mexicano Eduardo Lizalde, en 2013; el granadino Rafael Guillén, en 2014; o al venezolano Rafael Cadenas, que se hizo con el reconocimiento en la pasada edición.
La autora une así a su lista de galardones este reconocimiento granadino, después de haber conseguido numerosas distinciones: el Premio Octavio Paz (2009); Premio Alfonso Reyes (2014); y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2015), aunque entre sus mayores reconocimientos cabe destacar el Doctor Honoris Causa que le concedió la Universidad de la República de Uruguay en 2010. Entre sus obras más difundidas se puede leer La luz de esta memoria (1949), Jardines imaginarios (1996), El ejemplo de Antonio Machado (1940) o Dónde vuela el camaleón (1996).