El Ministerio de Salud Pública (MSP) dio a conocer un instructivo nacional de control vectorial del Aedes aegypti, que implica procedimientos de fumigación en determinadas situaciones. Cuando se detecta un caso de dengue, zika o chikungunya (autóctono o importado) se activa el uso de larvicidas y adulticidas y el rociado espacial del peridomicilio. Cuando se confirman varios casos en una zona la fumigación se amplía.
Las directoras Laura Solá, de Epidemiología del MSP (Ministerio de Salud Pública), Gabriela Willat, del también ministerial Departamento de Zoonosis y Vectores, y Analice Berón, de Salud de la Intendencia de Montevideo, mantuvieron un encuentro este jueves 26 para afinar el instructivo en torno a los procedimientos de fumigación para el control del vector Aedes aegypti.
“Hicimos una revisión de cuál debería ser el protocolo de actuación en cuanto al tratamiento químico para el control vectorial en caso de aparición de un caso confirmado de estas enfermedades”, explicó Solá, al término de la reunión realizada en la sede del MSP.
La aplicación de este protocolo será para todo el país y con distintas condiciones, según se esté sin circulación viral demostrada, como hasta ahora (algún caso aislado) o con circulación viral, como ocurrió en febrero de 2016 cuando se dieron varios casos en una misma zona.
Los dispositivos de fumigación se activan en distintas modalidades. Cuando no está demostrada la circulación, es decir que hay un caso aislado en un determinado lugar (autóctono o importado), lo que se hace es tratar un área de nueve manzanas, incluida aquella en la que está el caso confirmado.
En esos casos se eliminan todos los criaderos posibles y en los lugares que eso no se logre se realiza una aspersión de un insecticida con efecto residual. Esa es la forma de matar larvas (larvicidas).
Los insecticidas para eliminar los mosquitos adultos se aplican alrededor del recipiente o en forma espacial con máquinas portátiles en los alrededores de los domicilios afectados.
“Con esta acción estamos previniendo que la persona que tiene el virus en sangre sea picada por el mosquito Aedes aegypti y haya una transmisión de ese virus”, indicó la directora de Zoonosis del MSP.
Cuando se amplía el mal
El otro caso es cuando está demostrada la circulación, porque aparece más de un caso en un área delimitada, pues el mosquito ya está infectado y está enfermando a personas. En ese momento es cuando se incorporan herramientas como la máquina de arrastre por la calle.
Allí se pide que abran puertas y ventanas para que ingrese el insecticida. Asimismo se realiza la fumigación con máquinas portátiles para matar los mosquitos adultos que estén en el entorno y que puedan infectar.
En lo que va de 2017 no se implementó aún este tipo de acciones. Sí se hizo a fines de 2016, cuando se confirmó por ejemplo un caso importado de chikungunya.
Las autoridades de la Salud en Uruguay explicaron los motivos por los cuales no se dispone una fumigación masiva de los espacios, sin el registro de casos confirmados.
Entienden, además, que es fundamental que la población sepa que la fumigación es algo transitorio, teniendo en cuenta que mata a los mosquitos que están en ese momento en la zona, y que además tiene que darse la condición de que una gota del producto impacte en el vector y lo mate.
Aclaran que la gente no puede despreocuparse y pensar que con la fumigación alcanza. Eliminar los recipientes que son potenciales criaderos sigue siendo la principal medida de prevención.
Fumigación moderada
Solá sostuvo que no es oportuno el uso masivo y reiterado de insecticidas, ya que generan resistencia en los insectos contra los posibles agentes.
Explicó que está comprobado que los países donde se aplicó frecuentemente los insecticidas se fueron quedando sin herramientas para pelear futuras batallas porque crean insectos resistentes como ocurre con los antibióticos y las bacterias.
En cuanto al impacto de estos químicos en los humanos, la directora de Epidemiología dijo que hay ciertos cuidados que se deben tener cuando se realiza la fumigación espacial desde la calle, ingresando a los domicilios.
Por ejemplo, anotó que hay que dejar puertas y ventanas abiertas cuando se realiza el procedimiento, para que pueda ingresar el insecticida.
En cambio, cuando se hace dentro del domicilio se debe cerrar puertas y ventanas para que tenga la mayor permanencia.
Es conveniente también que durante los 30 minutos posteriores a la fumigación las personas no vuelvan a ingresar al domicilio y primero lo ventilen, ya que puede causar irritación de ojos o tener alguna dificultad respiratoria.
Otros que deben tomar precauciones son quienes tienen peceras, por ejemplo taparlas para que el químico no caiga en el agua, además de retirar del área a fumigar los alimentos.
Divulgación del protocolo
La Dirección General de Coordinación del MSP se encargará de distribuir el protocolo a todas las direcciones departamentales de Salud para que, junto a las intendencias y a los centros Coordinadores de Emergencias Departamentales (Cecoed) se implementen las medidas cada vez que sean necesarias.
En paralelo se prevé que en los próximos días se realice una recorrida de las autoridades del MSP con brigadas departamentales por las localidades en las que el último relevamiento de índices de Aedes aegypti 2016 se encontró una alta concentración de mosquitos.
“La idea es ir a esos lugares a trabajar con los residentes. No sería aplicar el protocolo porque no hay confirmación de casos, pero sí difundirlo e insistir con todas las medidas preventivas”, dijo Solá.
Estos lugares son principalmente Minas, el balneario maldonadense de Piriápolis, Andresito, de Flores, y algunas localidades de Salto y Paysandú.