Un reciente estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) mostró que 7 millones de toneladas de granos bolivianos y paraguayos usan la hidrovía Paraguay-Paraná para llegar a mercados internacionales.
La carga, utiliza mayoritariamente los terminales portuarios del Gran Rosario; en Argentina, y el Puerto de Nueva Palmira, en nuestro país. Uruguay podría, además, sumar a Montevideo.
De acuerdo a la información suministrada por el Instituto Nacional de Logística de Uruguay (Inalog), en el año 2016 habría bajado de estas naciones a Nueva Palmira cerca de 2,8 millones de toneladas de granos y subproductos.
La mercadería bajó en barcazas para su posterior trasbordo a buques de ultramar y despacho final al exterior. Se trata de mercadería en tránsito al exterior, exportada finalmente por Paraguay y Bolivia (ínfimamente por Brasil). El principal producto transportado fue poroto de soja con casi 1,7 millones de toneladas. El segundo lugar le correspondió a la harina/pellets de soja con casi 722.000 toneladas y tercero maíz con 294.000 toneladas.
De acuerdo a lo señalado por la BCR en base a informantes calificados uruguayos, la operatoria del granel en Uruguay tiene como particularidad que todos los granos y subproductos que bajan por la hidrovía desde Paraguay y Bolivia a ese país son embarcados en buques de ultramar desde Nueva Palmira.
Asimismo, el resto de los puertos uruguayos y, en especial Montevideo, no transbordaron granos y subproductos paraguayos y bolivianos en el 2016 ni en años anteriores. Esta situación tendería a modificarse en el futuro con la aparición del Terminal de Graneles TGM en el Puerto de Montevideo. Este operador empezaría a recibir mercadería por barcazas desde Paraguay, Bolivia y Brasil; la cual sería cargada en buques panamax y postpanamax.
Por otro lado, en Uruguay, los grandes operadores del negocio granario (Cargill, Bunge, Cofco, Dreyfus, ADM, etc.) no tienen terminales portuarias propias como sí sucede en Argentina y, específicamente, en el Gran Rosario y Bahía Blanca. Esto tiene que ver con el bajo volumen de producción local que tiene Uruguay en materia del granel limpio para consumo humano y animal.
Argentina, por su parte, produce anualmente 56/60 millones de toneladas de soja, mientras que nuesstro país alcanza los 2,2 millones.
A su vez, en los campos argentinos se cosecha cerca de 38 millones de toneladas de maíz y en los uruguayos solo 500.000 toneladas de este cereal. Esa diferencia de tamaño ha influido para que las grandes firmas mundiales del negocio granelero decidieran no tener un puerto propio en Uruguay.
Además, tanto para la exportación de granos uruguayos como para el trasbordo de barcaza a buques (de mercadería boliviana y paraguaya), las grandes firmas (Cargill, Bunge, Cofco, Dreyfus, etc.) utilizan los servicios portuarios de las empresas locales de ese país.
Pero los puertos uruguayos tienen dos ventajas: la primera es que operan con una gran eficiencia y bajos costos logísticos. Además tienen mayor calado, otro punto que favorece a Uruguay.
“Del Gran Rosario, por la profundidad del río Paraná (34 pies), los buques panamax o postpanamax no pueden salir completos. Tienen que ir a completar carga a Bahía Blanca o a los puertos brasileños. En Uruguay es factible salir con mayores niveles de carga. De allí que la operatoria desde Montevideo plantea la posibilidad de completar la carga de algunos buques de ultramar que vengan desde el Gran Rosario”, reconoce el informe.