Hablar hoy de boleto estudiantil parece un tema anacrónico, sabido es que ha sido objeto de lucha durante mucho tiempo y que ha significado el reconocimiento de un derecho inherente a la condición de estudiante y un componente importante de ratificación del principio de universalización de la educación inicial y primaria.
Los más veteranos recordaran épocas donde pedir la gratuidad del boleto estudiantil era casi que una declaración de guerra contra gobiernos que no respondían al reclamo, más que con represión.
Pero eso aparentemente es historia en nuestro país, el boleto escolar es gratuito en todo el territorio nacional, o al menos debería serlo.
La realidad es que en el departamento de Colonia, el reconocimiento de un derecho nacional, como lo es el del boleto gratuito escolar, ha sido objeto de debate público durante los últimos meses del año 2016, y vuelve a cobrar fuerzas en este 2017.
Pues la reglamentación del Decreto-Ley 14.254, creada por decreto de la Junta Departamental de dicho departamento en 1987 establece que “Las empresas de transporte de colectivo de pasajeros quedan obligados a transportar a los beneficiarios, al primer centro docente, oficial o privado, que se encuentre sobre la ruta de su recorrido, con un mínimo de un kilómetro a partir de su domicilio…”, lo que posibilita a las empresas cobrarles el boleto a aquellos niños que por algún motivo no concurran a clases a la escuela más cercana a su hogar.
El asunto fue tratado en comisión y luego en sesión ordinaria por la Junta Departamental, con el resultado de mantener intacta la norma anteriormente citada. Sólo por una intimación realizada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas a una de las empresas de transporte colectivo de la ciudad de Colonia del Sacramento generó una pausa en el cobro del boleto.
Pero en la ciudad de Juan Lacaze la situación se mantuvo incambiada, debiendo abonar la suma de $20 diarios cada niño que necesite trasladarse en ómnibus desde su casa a la Escuela de Tiempo Completo, n° 105. Las autoridades de la ANEP que concurrieron a la sesión de la Junta Departamental reconocieron el ausentismo escolar que se verifica los días de lluvia, puesto que algunos niños carecen de los medios económicos para pagarse el boleto.
Frente a esta situación un grupo de jóvenes integrantes del Frente Amplio decidimos buscar los medios jurídicos y políticos para poner fin, de forma definitiva, a esta tremenda injusticia. Así, se formuló una propuesta de redacción alternativa al artículo que establece una serie de excepciones que consideramos necesarias incluir, para terminar con la desigualdad existente actualmente.
Naturalmente las posiciones antagónicas que existieron en el tratamiento del tema el año pasado generan controversias en cuanto a este proyecto, pero tenemos confianza en poder llegar a buen puerto.
La bancada de ediles del frente Amplio resolvió apoyar de forma unánime el proyecto en cuestión, dejando atrás el principio del “todo o nada” que lejos de ayudar genera lo contrario, es decir facilita que el tema se sumerja, pagando los costos quienes menos responsabilidades tienen, y más rápido necesitan soluciones, los escolares.
La síntesis lograda por el Frente Amplio traspasa la llave maestra a la bancada oficialista, que es quien ahora tiene la solución en sus manos. No es momento de prejuzgar a nadie, pero si al Partido Nacional le importa la Educación Pública como lo han manifestado en varias ocasiones, no dudarán en votar el proyecto y darle una solución definitiva al tema.
Confiamos en la responsabilidad de los actores políticos departamentales.
Pero aquí es necesario que este tema sea “tomado” por todos los colonienses, por su sensibilidad y por su importancia, será entre todos y todas que generaremos las condiciones para permitir que ningún niño o niña se vea impedido de concurrir a su centro de estudios.
Si luchamos entre todos, este tema… es un boleto.
Proc. Emmanuel Martínez Senas