De las 600.000 dosis de la vacuna antigripal que adquirió el Gobierno, se suministraron 216.000 en los primeros 20 días de campaña. La subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, reiteró la convocatoria a inocularse a los grupos de riesgo, sobre todo mujeres embarazadas y niños de entre 6 meses y 5 años, dado que solo se vacunó un 10 % de esa población. Insistió en no esperar al invierno para hacerlo.
A tres semanas del comienzo de la campaña de vacunación antigripal 2017, la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, informó que se suministraron unas 216.000 dosis de un total de 600.000 adquiridas por el Gobierno en una compra conjunta a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Las vacunas están disponibles desde el 18 de abril en los 500 puestos de vacunación públicos y privados de todo el país.
“La campaña marcha a un ritmo intermedio. Queremos hacer un llamado a los grupos de riesgo. Empezó el frío en un otoño bastante cálido como el que veníamos teniendo. No hay que olvidarse de que en Uruguay fallecen cada año, por causas respiratorias, 2.300 personas, y un porcentaje está vinculado con enfermedades producidas por el virus de la gripe, por eso hacemos énfasis en la población de riesgo”, explicó la subsecretaria.
Los niños de entre seis meses y cinco años, las mujeres embarazadas, los mayores de 65 años, los pacientes con cardiopatías, asmáticos y diabéticos, los inmunodeprimidos y el personal de salud son los grupos en los que se enfatiza. “Quienes trabajamos en la salud tenemos que dar el ejemplo en las cosas que recomendamos a la población, y tenemos la responsabilidad, con quienes cuidamos y atendemos, de no ser vía de contagio”, dijo.
Dentro de estos grupos, se focaliza en las mujeres embarazadas y los niños pequeños, dado que integran los grupos de riesgo en los que la respuesta es más lenta. Hasta el momento se vacunaron solo el 10 % de quienes se encuentran en estas situaciones. “En 2009 tuvimos una epidemia de gripe importante. El grupo que más se afectó, con fallecimientos, fueron las embarazadas, ya que esa etapa favorece una depresión inmunológica”, dijo.
“Estamos trabajando con las sociedades científicas, con el colectivo médico y con la ciudadanía para que se entienda la importancia de que estos grupos etarios estén comprometidos con la estrategia de vacunación. Entre marzo y octubre de 2016 la emergencia del Pereira Rossell atendió 6.000 consultas por cuadros respiratorios, 1.000 de los cuales requirieron internación. Unos 520 niños, sobre todo lactantes, necesitaron métodos de asistencia ventilatoria no invasiva y se evitó que ingresaran al CTI”, añadió Lustemberg.
En este contexto dijo que es importante la vacunación antes de que se registren temperaturas más bajas o se lamente algún caso grave o mortal. También sostuvo que es importante evitar esperar a que los puestos de inoculación sean desbordados, a que el 40 % de las puertas de emergencia estén ocupadas por cuadros respiratorios o a que los virus del invierno se diseminen en los espacios laborales y educativos.