Del 17 % de los jóvenes de entre 14 y 29 años que no asisten al sistema educativo formal ni trabajan en forma remunerada, un 37 % está buscando empleo, 33 % realiza trabajo doméstico y de cuidados no remunerados y un 20 % recibe pensión por invalidez. El director del Instituto de la Juventud, Santiago Soto, destacó el trabajo en territorio de Jóvenes en Red que en cinco años atendió a 7.000 jóvenes de contextos vulnerables.
La investigación “Actualización de datos sobre jóvenes que no están en el sistema educativo formal ni trabajan en forma remunerada” fue presentada en esta jornada en Casa INJU en la jornada de reflexión por los cinco años de Jóvenes en Red. El estudio fue realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (INJU), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la Dirección Nacional de Evaluación y Monitoreo del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en base a la Encuesta de Hogares de 2015.
Soto dijo que el estudio revela que del 17 % de los jóvenes de entre 14 a 29 años que no asisten al sistema educativo formal ni trabajan en forma remunerada, unos se dedican a tareas domésticas y de cuidados, generalmente mujeres, otros están buscando empleo y no lo encuentran, otros tienen discapacidad y un porcentaje menor no está comprendido en ninguna de estas categorías.
El funcionario explicó que uno de cada tres jóvenes están cuidando a sus hermanos, hijos o adultos mayores o realizando tareas domésticas. Agregó que quedar por fuera de la educación y el trabajo representa para los jóvenes caer en situaciones de vulnerabilidad social. El informe presentado indica que el término “ni-ni” es y ha sido utilizado en diferentes espacios de discusión púbica para referirse al conjunto de jóvenes que no estudian ni trabajan, categoría que simplifica realidades bastante complejas y heterogéneas, pero refuerza un proceso de estigmatización en torno al eje de la exclusión social.
Soto expresó que algunas de las conclusiones del estudio permiten profundizar en instrumentos estatales sociales existentes y pensar en nuevas iniciativas para trabajar con jóvenes que no estudian ni trabajan y conocer su realidad. Uno de los programas existentes es Jóvenes en Red, herramienta por la que han pasado durante cinco años más de 7.000 jóvenes de entre 14 y 24 años que participan durante 18 meses en esta iniciativa. Allí se trabaja con una metodología de proximidad, y cada educador tiene 20 jóvenes a cargo y hace un seguimiento individual de cada uno de ellos. Explicó que los equipos técnicos van a buscarlos directamente a sus barrios o tienen sus datos a través del Ministerio de Desarrollo Social o son derivados por instituciones comunitarias.
Agregó que también son instrumentos muy valiosos el Sistema Nacional de Cuidados y su política de cuidados hacia niños de cero a tres años y hacia los adultos mayores con discapacidad severa, moderada o leve, que permitirá que más jóvenes puedan participar en el mercado laboral o educativo; la ley de empleo juvenil que fue votada por todos los partidos políticos; y el trabajo que desarrolla la Administración Nacional de Educación Pública para que los jóvenes retornen al sistema educativo.