Desde 2013 y hasta el cierre del primer semestre de este año, la empresa estatal UTE permitió el acceso al servicio regular de energía eléctrica a 10.124 familias en barrios y localidades de contexto socioeconómico vulnerable.
En 2016, las conexiones realizadas fueron 2.500, mientras que en los primeros siete meses aumentaron a 3.100. De esta manera, UTE no solo incrementó la cantidad de conexiones sino que superó en el primer semestre la mitad de la meta trazada de 4.550 para fines de año.
“Venimos aumentando la apuesta”, sostuvo el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, en declaraciones a la prensa. “Si uno ve el horizonte de mediano plazo tenemos del orden de unas 60.000 familias que tenemos que ir regularizando”, añadió.
El plan de UTE implica, además de un trabajo coordinado con diferentes instituciones del Estado, como los ministerios de Industria, de Vivienda y de Desarrollo Social, un seguimiento posterior a la conexión para hacerla sustentable en el tiempo.