A través de sus tres centros regionales, la Universidad de la República ofrece más de 80 propuestas educativas completas, cuatro opciones de posgrado y seis ciclos iniciales. En la actualidad, unos 12.000 estudiantes asisten a los centros universitarios del interior del país, 1.000 más que en 2016. El incremento confirma que muchas personas que querían estudiar y no podían ahora pueden hacerlo sin trasladarse a Montevideo.
La Universidad de la República (Udelar) cuenta con diversas estrategias desplegadas en el interior del país a favor de la descentralización educativa. Resolver la inequidad geográfica y avanzar en la socialización de la enseñanza terciaria es el objetivo del proceso de transformación que se comenzó a impulsar hace una década, en el entendido de que la generación de conocimiento es fundamental para el desarrollo económico y social.
Si bien la concepción de descentralización se retrotrae al Plan Maggiolo, el proceso más orgánico fue impulsado por la Udelar entre 2007 y 2008, cuando se generó una motivación para que docentes universitarios se radicaran en el interior y con ellos se instalaran nuevas carreras con perfiles propios para cada región. De esta manera, se definieron tres grandes regiones en las que actualmente trabaja la universidad: Litoral-Norte y Este (ya consolidadas) y Noreste (en proceso de consolidación).
Con el Programa de Desarrollo Universitario se radicaron 280 docentes de alta dedicación, a los que se sumarán otros como resultado de nuevos llamados. Actualmente son 19 las carreras financiadas a nivel central propias de cada región, es decir, que solo se dictan allí. En paralelo, se promovió la generación del Programa Regional de Enseñanza Terciaria Pública, a partir de la valoración de la universidad sobre cada región y la definición respecto a las temáticas por impulsar.
Actualmente hay más de 80 propuestas completas, cuatro carreras de posgrado y seis ciclos iniciales optativos en departamentos como Rocha, Maldonado, Treinta y Tres, Cerro Largo, Rivera, Tacuarembó, Salto, Paysandú, Artigas y Río Negro.
Matrícula
En lo que a matrícula refiere, en las últimas décadas Uruguay logró un crecimiento sostenido. En la década de 1960 la Udelar ofrecía servicios a unos 20.000 estudiantes; hoy cursan en ella 120.000, la cifra se multiplicó por seis. “Es una tendencia que venimos siguiendo como país, pero con más rezago que en los países industrializados”, afirmó el presidente de la Comisión Coordinadora del Interior (Udelar), Marcel Achkar, quien indicó que ese crecimiento también genera complicaciones, dado que las infraestructuras y los cargos docentes no se multiplicaron en igual proporción que la matrícula.
En esa tendencia, la inequidad geográfica planteaba que las familias del interior que no podían costear la ida de sus hijos a Montevideo no podían ofrecerles una formación universitaria. Hoy, el incremento de la matrícula en parte se debe a que muchos jóvenes que no podían ir a la capital se están matriculando en esas regiones. En paralelo, muchos de los que viajaban a Montevideo lo siguen haciendo.
Actualmente, la universidad registra unos 12.000 estudiantes activos en el interior del país. En 2016, la cifra era de 10.974 alumnos. La cantidad de ingresos varió, de unos 1.200 en 2007 a 3.900 en 2016, se triplicó. La mayoría de los alumnos se concentra en la región Litoral Norte, seguida de la región Este y la Noreste. “Todo indica que esa tasa de crecimiento seguirá en ascenso e incluso se acelerará, dado que la población del interior ve que se trabaja en forma seria y que llegamos para quedarnos. Hoy somos creíbles, hoy la universidad en Tacuarembó, en Rivera, en Maldonado, en Rocha, en Melo es un hecho, es una realidad y es reconocida”, indicó Achkar en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional.
Las carreras más demandadas son Educación Física, Enfermería y Administración. Tecnología Médica en Paysandú aumentó considerablemente su matrícula y, en términos generales, todas las propuestas han recibido mayor cantidad de cursantes. Algunas se manejan mediante cupos y otras no establecen cifra límite de acceso. En Educación Física, que en la actualidad tiene cupos limitados, se trabaja para desarrollar un plan progresivo de aumento de plazas hasta finalmente liberar el ingreso.
Según detalló Achkar, el departamento con mayor número de estudiantes es Salto, seguido de Paysandú; no obstante, las tasas de crecimiento son mayores en los lugares donde hasta hace poco no había presencia de la universidad. En esos casos, el crecimiento es acelerado.
Perfil del estudiante
El funcionario explicó que los estudiantes del interior sobrevaloran la oportunidad educativa y reconocen el esfuerzo de sus familias y de la universidad. Esto se traduce en compromiso y buenos rendimientos. En cuanto a la edad, sostuvo que, cuando la Udelar llega a un lugar determinado, la primera generación de estudiantes promedia la edad de 30 años, dado que se capta a personas que quisieron estudiar y no tenían la oportunidad. No obstante, aclaró que a los tres o cuatro años ese grupo de interesados se colmó, por ende, el promedio de edad baja y comienza a predominar el egresado de secundaria de 18 años.
Según el Formulario Estadístico de Ingreso, el 65 % de los estudiantes del interior cumplió entre 17 y 21 años, el 13 %, entre 22 y 25 años; y el 22 %, 26 o más años. Las mujeres son mayoría, con un 64 %; el 15 % de los estudiantes tiene hijos y el 80 % es soltero. El 30 % de estas personas trabaja además de estudiar, solo quienes integran el 7 % cursaron estudios de educación media superior a nivel privado y el 37 % de los estudiantes posee algún tipo de beca.
El Fondo de Solidaridad frecuentemente otorga becas en el interior del país (ver nota relacionada). Asimismo, los jóvenes disponen de subsidios para transporte gracias a un acuerdo con algunas intendencias. En materia de alojamiento, Achkar ejemplificó con una experiencia piloto que se aplica en Rocha, mediante la cual estudiantes de zonas rurales se alojan en casas de familias de la capital del departamento. El estado de las instalaciones es supervisado por la comuna. Se aguarda replicar esta experiencia en otros lugares.
Otro factor que destacó de esta población es que la mayoría integra la primera generación universitaria de sus familias.
Egreso y desvinculación
Entre 2010 y 2016 egresaron casi 2.200 personas en el interior del país (más de 1.700 en Litoral Norte), con niveles de egreso superiores respecto a Montevideo. Los términos de inserción laboral son buenos en la mayoría de las carreras. La desvinculación promedio también es menor que en la capital. En este contexto, Achkar explicó que la universidad constata “un debe” en cuanto a posgrados, aspecto en el que está trabajando. “Si los muchachos que hoy formamos a nivel de grado quieren hacer carreras académicas, necesitan los posgrados (maestría, doctorado), y para ello deben viajar a la capital o salir del país. Procuramos generar alternativas. Hoy funcionan cuatro posgrados en el interior, pero hacen falta muchos más”, aseguró.
Está proyectado incluir en el centro del Litoral-Norte las carreras de Contador, Doctor en Medicina, Ingeniero en Recursos Hídricos, Riego y Medio Ambiente, Ingeniero de Sistemas y Teatro. En el Este, las Tecnicaturas en Salud, en Gestión Portuaria, Operador Social y en Agropecuaria y la Licenciatura en Minería. Para el Noreste, se planea fortalecer la oferta del Ciclo Inicial Optativo Social, la creación de un Ciclo Inicial Optativo Salud y la transformación en Licenciatura de los actuales Tecnólogo en Administración y Contabilidad, Operador de Alimentos y Tecnicatura en Desarrollo.
En líneas generales, Achkar sostuvo que la alta tasa de crecimiento registrada genera grandes desafíos. “Por ahora vamos bien, estamos conformes. La calidad es buena, y en algunos cursos los resultados son mejores que en la capital, porque la relación es más personal, los grupos son más pequeños, en muchos casos los docentes conocen a sus estudiantes por el nombre, lo que en Montevideo es impensado. En la medida en que la valoración es positiva, solo podemos crecer”, concluyó.