Entre asados, sonrisas, bromas, entrenamientos completos con una enfermería vacía y un buen ambiente generado por los buenos resultados, la selección de Uruguay vive una espera idílica antes de enfrentarse a Rusia para cerrar el grupo A.
Nizhny Novgorod recibió a Uruguay con lluvia hace más de diez días. Su participación en el Mundial era una incógnita, con un bloque en el que se mezclan veteranos como Diego Godin, Edinson Cavani y Luis Suárez con jóvenes promesas como Rodrigo Bentancur. Pero pronto, en menos de una semana, se despejaron las dudas y el sol brilló en todos los sentidos.
Primero, después de ganar a Egipto 1-0 con un tanto del Cristian «Cebolla» Rodríguez. La lluvia desapareció y toda la plantilla charrúa lo celebró con un asado espectacular al día siguiente bajo un sol que ya no ha desaparecido en el lugar donde se concentran los hombres del «Maestro» Óscar Washington Tabárez.
En aquel partido se rompió un maleficio de 48 años sin ganar en un estreno de Uruguay en un Mundial. El siguiente reto, era vencer a Arabia Saudita y también lo consiguió con otro tanto, esta vez obra de Luis Suárez, que cumplió cien partidos con su selección.
El juego sin brillo pero efectivo provocó otros tres puntos y el pase para octavos, que, de nuevo, fue celebrado con otro asado este jueves. El segundo de la semana en un ambiente paradisíaco en un equipo sin sobresaltos.
Todo fluye en Uruguay, en su oasis particular de calma, con el «Maestro» al frente, venerado por sus jugadores que, de momento, no han vivido ningún sobresalto de entidad como ha ocurrido en otros equipos.
No ha sufrido una debacle como Argentina, no ha sido expulsado un jugador como en Croacia, no ha sufrido un incendio en un motor como el avión de Arabia y no tiene lesionados.
Esa es la vida paradisiaca de Uruguay, que hoy se entrenó de nuevo bajo un sol de justicia. Con seriedad, pero también con momentos para las bromas, entre unos hombres que esperan el partido del lunes frente a Rusia con ilusión para hacer pleno de victorias. En Uruguay no hay una tensa espera como en otras selecciones. Hay una espera idílica.
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