En febrero será inaugurado el nuevo tambo de la Universidad Tecnológica (UTEC) en Nueva Helvecia, para el desarrollo de la carrera de Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera. Con una inversión de 400.000 dólares, el centro contará con equipamiento de última generación, que mejorará el proceso y las condiciones laborales de los estudiantes y optimizará la gestión de la información del rodeo lechero.
Un nuevo tambo para quienes estudian Tecnólogo en Manejo de Sistemas de Producción Lechera en la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) en Nueva Helvecia era una necesidad. La nueva infraestructura, en la que se invirtió 400.000 dólares, estará disponible en febrero. Incluirá equipamiento de punta, que mejorará el proceso y las condiciones laborales de los estudiantes y optimizará la gestión de la información del rodeo lechero.
Las nuevas instalaciones contarán con una máquina de ordeñe con capacidad para 12 vacas y tecnología para la gestión de datos de los rodeos lecheros. Los estudiantes controlarán, a través un software especial, los procesos biológicos, como la reproducción, la rumia de los animales y la calidad de la leche a través de su conductividad eléctrica.
El proyecto incluye la gestión de los efluentes del tambo, gracias al trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), las facultades de Agronomía y Veterinaria y la Escuela de Lechería. Bajo el concepto de economía circular, se utilizarán los efluentes como nutrientes naturales y se gestionará la fertilización de las chacras. A esto se sumará, en el primer semestre del año, la construcción de salones para producción de leche, un área de informática y salas docente y de trabajo en equipo.
El director del Instituto Tecnológico Regional Suroeste, Andrés Möller, quien supervisa las carreras que la UTEC dicta en Río Negro, Soriano, Paysandú y Colonia, remarcó la importancia de esta inversión para la formación de mano de obra en un sector que registró una baja, en los últimos cuatro años, de la cantidad de productores que remiten a la industria. “Si bien hay menos tamberos, tenemos más producción de leche, lo que demuestra cómo funciona la tecnología en los ámbitos productivos”, explicó.
Para Möller, la lechería tiene valores propios que son difíciles de encontrar en otras disciplinas, por lo cual, entiende que es fundamental que la UTEC acompañe con más innovación a los estudiantes que elijan esta opción de vida, en especial, en un contexto internacional con precios deprimidos para este rubro de la economía.
Recordó que quienes egresen en esta época entrarán en un ámbito productivo, en el que la mayoría de los remitentes actuales ya tiene avances tecnológicos muy buenos, tanto en inocuidad alimentaria como en el uso de pezoneras que se desconectan solas o sistemas de limpieza automatizados. “Eso favorece el trabajo más duro del tambo e impacta en forma relevante en la calidad del producto”, agregó.
La carrera de tecnólogo es una propuesta académica que comenzó en 2015, en conjunto, entre el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP) de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU) y la Universidad Tecnológica (UTEC). Dura dos años y pueden ingresar quienes hayan culminado el bachillerato agrario o 6.° de liceo. El coordinador académico de la carrera, Juan Manuel Ramos, la definió como una propuesta educativa intensiva que busca generar las capacidades y destrezas para gestionar un sistema de producción moderno y actual de alta producción de leche.
Por generación, acceden unos 20 estudiantes. El cupo es limitado, ya que la modalidad pedagógica de la carrera está vinculada a la realización de todos los procesos operativos del tambo. Este año ya se inscribieron 14 estudiantes y confían en que, por primera vez, llegarán a completar la disponibilidad en febrero. La propuesta incluye el internado, es decir, que los jóvenes reciben alimentación y pernoctan en el centro.
Ramos considera que el interés por esta carrera está relacionado con la nueva modalidad de educación en alternancia, basado en el modelo francés, que implica que los estudiantes cursen todo el primer año en la escuela y el segundo, un 50 % en la escuela y el otro 50 % en un emprendimiento productivo. Esto permite acceder a mayor experiencia laboral y oportunidades. “Es un desafío acercar el sector productivo para que participe”, dijo el coordinador, quien confirmó que la mayoría de los que egresan trabajan en el sector.
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