En diciembre de 2018 se conformó el Consejo Estratégico para el aprovechamiento del Puerto Busch, por donde Bolivia tiene una salida soberana al Atlántico, y tres meses antes fueron declarados puertos internacionales los embarcaderos Aguirre, Gravetal y Jennefer, señala el diario La Razón de Bolivia.
La nueva política de reintegración marítima de Bolivia estará marcada por una fuerte apuesta en los puertos alternativos a los chilenos. De hecho, el país espera, en 2020, instalar la “Década del Atlántico” para fortalecer las capacidades del país para su desarrollo y su vinculación con el continente y el resto del mundo.
La apuesta boliviana es tener cuatro de sus puertos más importantes prontos para migrar toda la producción no tradicional hacia el Atlántico, porque actualmente los costos son elevados al llevarlos por Chile. Afirman que los exportadores podrían ahorrar entre el 30% y 50% ir por la hidrovía.
Bolivia contará este año con 1.000 metros cuadrados para almacenar su carga de forma gratuita en los puertos Montevideo y Nueva Palmira. Personal boliviano atenderá en esos puntos. A estos cuatro se sumará, en los próximos meses, el puerto de Rosario en aguas argentinas que también será reabierto oficialmente,señala el matutino boliviano.
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