A lo largo del siglo XX se consolidaron los fenómenos de la primera transición demográfica (descenso de la fecundidad y de la mortalidad). (…) En la primera década del siglo XXI, la tasa de fecundidad se ubicó por debajo del nivel de reemplazo, es decir que la población no tiene la capacidad de sustituirse a sí misma, ya que no repone a las mujeres que son las futuras procreadoras. Las transformaciones en la familia, la nupcialidad y la fecundidad características de la segunda transición se percibieron en Uruguay en las últimas décadas del siglo XX, simultaneas a la de varios países latinoamericanos”, señala el Informe Cuidados de Primera Infancia realizado por Oriana Montti para el MIDES.
Al observar las tasas de crecimiento de la población en las últimas décadas, se percibe una clara tendencia a la baja que persiste en el tiempo, esto se traduce en que cada vez hay menos madres contribuyendo a un paulatino envejecimiento de la población.
En Uruguay crecen los hogares biparentales sin hijos (1,0% más entre 1986 y 2007), producto de la tendencia al
incremento de edad en los padres para tener el primer hijo, que va aunado a la reducción de la natalidad. Y en sintonía con eso, caen fuertemente los hogares biparentales con hijos.
El Censo de personas 2011 contabilizó 1.708.461 mujeres y 1.577.416 varones, el 18,24% (311.679) de las mujeres tenían hijos e hijas entre 0 y 12 años, mientras este porcentaje fue de 16.83% (265.502) para varones. La edad media es de casi 35 años para mujeres con hijos e hijas de hasta 12 años y 39 para los varones. Más del 52% de estas madres y padres se concentran en Montevideo y Canelones, seguidos por los departamentos de Maldonado, Salto y Paysandú.
El 21% de las mujeres con hijos menores de 1 año tienen la educación primaria como máximo nivel educativo alcanzado. Esto es relevante ya que puede ser una buena aproximación al nivel socioeconómico de sus hogares.
En 2018 hubo 40.139 nacimientos en nuestro país: 2.897 menos que en 2017, lo que acentuó la caída que se registra desde 2016; las cifras están bastante lejos de la realidad de antes de 2002, cuando el promedio anual superaba los 50.000 nacimientos.
En Uruguay somos pocos y según el área de estadísticas vitales del MSP, no se avizoran cambios. El desafío de ser madre implica hoy poner la lupa en cosas que suceden hoy en la sociedad, donde cada vez hay menos padres dispuestos a tener hijos.
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