Los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, fueron los primeros mandatarios en llegar este martes a la ciudad argentina de Santa Fe para participar el miércoles en la cumbre del Mercosur.
El primero fue Vázquez y más de dos horas después lo hizo Abdo Benítez, y ninguno de los dos hizo declaraciones a su llegada.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, y de Brasil, Jair Bolsonaro tienen previsto llegar a Santa Fe mañana, miércoles, poco antes del inicio de la cumbre, a la que también asistirán Sebastián Piñera, de Chile (país asociado al Mercosur), y Evo Morales, de Bolivia, que está en proceso de adhesión plena al bloque.
Tanto Piñera como Morales llegarán en las próximas horas a Santa Fe, ubicada unos 460 kilómetros al norte de Buenos Aires.
El Mercosur, fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, celebra su quincuagésima cuarta cumbre con un renovado brío gracias al acuerdo comercial logrado con la Unión Europea (UE) y ahora busca acelerar pactos de libre comercio con varios países y bloques económicos, así como su consolidación y modernización.
Los cancilleres del bloque se reunieron este martes para pulir los documentos que firmarán los presidentes en la cumbre semestral del organismo, en la que Argentina traspasará la presidencia pro tempore a Brasil.
Tras el histórico acuerdo con la UE después de casi 20 años de negociaciones, el Mercosur busca cerrar acuerdos con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por su sigla en inglés, integrada por Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein), con Canadá y con Corea del Sur.
Otro de los ejes que centran los debates es la búsqueda de mecanismos que permitan que el acuerdo alcanzado con la UE comience a regir de manera provisional en el menor tiempo posible, una vez que sea aprobado por el Parlamento Europeo.
Además, el Mercosur quiere aprobar en esta cumbre una serie de resoluciones para modernizar su estructura y dinamizar su funcionamiento.
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