Esta semana se conoció un nuevo reporte del Mirador Educativo se centra en los salarios
docentes realizado por el Instituto Nacional de Evaluación y Educativo (INEEd) y el Sistema de
Monitoreo de la Educación Obligatoria del Mirador Educativo.
El estudio de los salarios docentes es de fundamental importancia, porque estos reflejan
una parte sustancial del esfuerzo fiscal del país en enseñanza pública. Constituyen el costo
unitario más grande de la educación obligatoria, ya que representan casi el 87% del gasto
de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en 2018.
Las estimaciones realizadas indican que en 2018 los docentes percibieron un 36% menos
que otros profesionales o técnicos de características similares. Si bien este es el menor
valor de la brecha en el período considerado, los resultados indican que la brecha aún
es alta. La brecha estimada para los maestros de inicial y primaria es superior a la de los
docentes de educación media.
La consideración de las horas de trabajo en el hogar eleva el diferencial de ingresos en todos
los casos. El trabajo en el hogar representa en promedio un 21% de las horas trabajadas
por los docentes, y no son remuneradas. Si bien las diferencias según días de vacaciones
operan en el sentido contrario, no llegan a compensar las diferencias que obedecen a las
tareas docentes no remuneradas.
Esta brecha salarial negativa no es uniforme a lo largo de la distribución de los ingresos, de
hecho, los docentes perciben remuneraciones algo mayores a las de otros profesionales y
técnicos de las mismas características cuando se inician en la profesión (en los tramos de
ingresos más bajos). Las diferencias surgen a partir de la mitad de la distribución, lo que
puede desincentivar la continuidad en la profesión docente.
Estos resultados sugieren que, a pesar del aumento en los ingresos salariales docentes entre
estos años, todavía existen diferencias significativas entre ambos grupos de trabajadores.
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