América se prepara para recibir este sábado el Año Nuevo chino, una tradicional y colorida celebración en la que cerca de 9,5 millones de chinos que viven en la región acogen una de las festividades más importantes de 2020, a pesar de la sombra del coronavirus que mantiene en alerta a varios países.
Según el calendario chino, 2020 será regido por la rata de metal, que comienza este 25 de enero. Un año de profundos cambios y de un nuevo ciclo que durará 60 años.
LA DANZA DEL GIGANTE
EE.UU. es el país con mayor población migrante china (cerca de 2,5 millones) y una de las vitrinas más importantes de esta fiesta. En Nueva York, se preparan para 15 días de celebraciones que dejará atrás el año del cerdo.
En el Barrio Chino de Manhattan, así como en Queens y Brooklyn, alrededor de 560.000 personas de origen chino, según datos de la Federación de Asiáticos Americanos, tienen previstos coloridos desfiles, fuegos artificiales y actuaciones folclóricas.
Los principales eventos tendrán lugar este sábado en el barrio de Chinatown, con la celebración del festival cultural, un colorido espectáculo de juegos pirotécnicos y dragones danzantes.
DE LO COMERCIAL A LO CULTURAL
En una entrevista para Efe, Liang Yu, embajador chino en Perú, señaló que su país siempre ha buscado cooperar en el desarrollo de América Latina, aportar beneficios a su progreso y establecer relaciones, en medio de la guerra comercial con Estados Unidos.
Esos lazos comerciales que desde 2010 comenzaron a estrecharse con la región han trascendido a que cada vez más los latinoamericanos se interesen por otras cuestiones chinas como su cultura, idioma y filosofía.
Justamente una de las mayores comunidades chinas en Latinoamérica está en Perú y sus descendientes, conocidos como tusanes, que representan entre el 5 % y el 10 % de la población peruana, se preparan con la danza del león en el barrio chino de Lima.
Con 40 años de relaciones diplomáticas con Ecuador, en donde los chinos se asentaron hace 170 años y hoy ya son 50.000 personas, según estadísticas no oficiales, los asiáticos han realizado distintas muestras artísticas y en la ciudad de Quevedo, las fiestas se celebrarán públicamente.
En México, donde viven aproximadamente 14.000 chinos y hay 40.000 mexicanos de origen chino, también festejarán en el barrio chino de Ciudad de México, considerado el más pequeño del mundo.
Rituales, la danza del león con el dragón, muestras gastronómicas, exposiciones, espectáculos de danzas y un ciclo de cine hacen parte de las actividades que el Centro Cultural en colaboración con el Senado mexicano tienen programados durante una semana para el año nuevo chino.
ROJO, EL COLOR DE LA BUENA SUERTE
Para el Año Nuevo, los faroles y las decoraciones marcan la llegada de un nuevo tiempo. El rojo representa la buena suerte y fortuna que a China la han llevado a acercarse más a una región con la que sostiene buenas relaciones.
En Argentina, donde la comunidad china ya alcanza las 120.000 personas, en el mítico Barrio chino de Buenos Aires, en Belgrano, las calles se teñirán de rojo para celebrar el Festival de la Primavera, como también se le conoce al Año Nuevo.
Durante la celebración habrá exhibiciones de artes marciales, muestras de caligrafía tradicional china, conciertos con instrumentos típicos del país asiático y un desfile con vestidos étnicos traídos directamente de esa región.
En el barrio asiático de Libertade en Sao Paulo (Brasil), donde vive buena parte de los entre 250.000 y 300.000 chinos que hay en el gigante suramericano, se desarrollarán actividades artísticas y culturales que coinciden con la celebración de los 465 años de fundación de Sao Paulo.
Un Festival de Lámparas recibirá al año de la rata en la Costanera de Asunción para el 6 de febrero en Paraguay donde hay un total de 1.299 radicados chinos, según el organismo oficial de Migraciones.
La embajada china en Bolivia ha organizado en La Paz exhibición de danzas folclóricas, gastronomía del país asiático y demostraciones de artes marciales.
En Uruguay, donde hay presencia de 300 ciudadanos, para la apertura del año de la rata, hubo dos eventos: uno de tradiciones populares abierto al público y una recepción privada en la residencia del embajador, Wang Gang, un día después.
En Colombia, uno de los países en los que China apunta a proyectos de infraestructura como el metro de Bogotá, la colonia china es pequeña de unas 20.000 personas, y no tienen visibilidad en la vida social y cultural del país, salvo por la participación esporádica en actividades artísticas, como la presentación en la capital del Teatro Nacional Chino de Ópera, Danza y Drama, con motivo del Año Nuevo Chino.
COMETAS Y JUEGOS ARTIFICIALES
A pesar de que Cuba tuvo en la primera mitad del siglo XX uno de los mayores y más importantes Barrios Chinos de Latinoamérica en La Habana, hoy solo quedan 105 chinos nativos.
La reciente cercanía a China ha provocado un resurgir de la cultura del país asiático en la isla con la restauración casi total del antiguo «Chinatown» habanero que dará más lustre a la habitual celebración del Año Nuevo.
En los sectores de El Dorado y el Barrio Chino en Panamá, con presencia de 200.000 chinos, el año de la rata se festejará con fuegos artificiales.
El comercio siempre ha sido el eje de los chinos que están muy presentes en República Dominicana y el 2 de febrero el Barrio Chino volverá a iluminarse para recibir, con una agenda repleta de actividades culturales, a los asiáticos y muchos dominicanos que acuden al lugar para festejar el Año Nuevo.
LA SOMBRA DE WUHAN
Millones de chinos aprovechan estas fechas, justo antes del Año Nuevo lunar, que se celebra el sábado, para regresar a sus lugares de origen en lo que se conoce como la mayor migración del planeta, pero la llegada de la rata arriba con la presencia del virus de Wuhan o coronavirus que tiene en alerta al mundo.
El gigante asiático confirmó el contagio de 517 personas y la muerte de 17 obligando a cerrar todo tipo de transporte en dos ciudades próximas a Wuhan, epicentro del brote.
En medio de los festejos, América ha iniciado protocolos y descartados contagios ante el primer caso que se presentó en Estados Unidos. (EFE)
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