Las autoridades venían efectuando un seguimiento con trabajo de investigación e inteligencia local sobre la realización de actos presuntamente ilícitos a bordo de los buques de línea de pasajeros procedentes de Buenos Aires.
La información que se manejaba era que personas que viajaban desde la capital del país contactaban a pasajeros, pidiendo que compren promociones de cartones de cigarrillos, donde se entregaba el dinero para la compra. La Aduana desconocía si se ofrecía alguna dadiva por la realización de la compra. Esos pasajeros incógnitos lograban reunir ciertas cantidades de cartones de cigarrillos que, luego del control aduanero y abordando el bus de traslado a Montevideo, eran entregados al solicitante.
Esta simulación hace que al pasar por el control aduanero del salón de pasajeros del puerto de Colonia, «los supuestos compradores» cada uno pasaban con su factura correspondiente, dentro de la franquicia estipulada dejando sin la capacidad de acción al respecto.
Tras el estudio de este comportamiento a aquellos que introducen la mercadería al país, se manejó información sobre la sospecha del ingreso de una de las personas que venían en el barco asociada a estas maniobras delictivas.
En el salón de pasajeros se controló a aquellas personas que transportaban cigarrillos, dentro de lo estipulado y la documentación correspondiente de compra, se les preguntó si era para consumo propio a lo que se obtuvo una respuesta positiva. Teniendo en cuenta del modus operandi y con el fin de evitar una fuga de información, se pidió la colaboración de Prefectura con el fin de tener un mayor seguimiento a la sospechosa fuera del salón de pasajeros y en al acceso al bus.
Una vez en la zona de buses se dispuso que comparecieran 2 funcionarios aduaneros. Cuando la persona se dispone a abordar el bus portando 4 bolsos, se procedió a una revisación de equipaje, en dónde se descubrió que en su interior transportaba 360 cajillas de cigarrillos con un valor aproximado de $U 60.000.
Inmediatamente, la infractora es trasladada nuevamente al salón de pasajeros, donde se le comunica al Fiscal y a la Jueza lo sucedido, disponiendo las autoridades el emplazamiento de la sospechosa.
Se realizó un relevamiento fotográfico, identificación de todos los voucher de compras que poseía la infractora para continuar con la investigación.
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