Por Elio García
Hay noticias que nunca las imaginé. Hay cosas que suceden que son tan insólitas que la sorpresa luego las naturaliza. Hoy todo puede suceder.
El próximo lunes la Dirección Departamental de Salud de Colonia organiza bajo el formato de un desayuno de trabajo, -imaginamos una reunión con un clásico cortado y medialunas- una ponencia sobre dos temas importantes.
Van hablar del balance de gestión 2015-2019 en salud pública departamental, pero además van a proyectar las lineas estratégicas que se podrían seguir en el futuro de las políticas públicas de salud.
Pero aquí viene lo sorprendente.
El Ministerio de Salud Pública no avala la presentación de los contenidos de gestión estratégicos de esa reunión y a su vez mandan decir que el actual ministro no participaría de una reunión de ese tipo.
A la diputada Nibia Reisch, cuando consultó sobre este nuevo formato de puesta a punto, le explicaron que quienes hablarán son directores con cargo de confianza técnica, pero también política, por tanto uno deduce que desde ese lugar hablarán. Como técnicos y como políticos.
Lo que me genera un desencanto es dejarlos solos.
Estos técnicos políticos que hablarán el lunes estarán desnudos. El Ministerio de Salud Pública no avala ninguna de las palabras y de las cosas que allí se digan. Es muy fuerte.
Más de un ser humano con personalidad se calentaría mal. No es el caso de estudio. No lo sabemos incluso.
En la vida misma a veces cuando se termina algo uno conoce la verdad.
Como escribió Eduardo Galeano «sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca.»
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