Por Sergio Marín Lafuente
Un dicho popular de Uruguay asegura que el año empieza cuando llega el último ciclista de la Vuelta, que se corre de manera ininterrumpida desde 1946. Pese a que 2020 ya arrancó en todo el mundo, en el «paisito» no se sabe porque esta vez nadie cruzará la meta por culpa de la COVID-19.
De manera irónica, se explica que los primeros meses del año en Uruguay transcurren de manera ligera, entre el disfrute de las vacaciones veraniegas, el Carnaval -una de las fiestas populares más potentes del país- y la Semana de Turismo (Semana Santa).
Para poner un fin simbólico al verano y dar comienzo al «nuevo año», ciclistas y seguidores deberían estar recorriendo las rutas del país suramericano desde este viernes 3 y hasta el domingo 12 en la 77ª edición de la Vuelta, pero el coronavirus canceló esta tradición justo el año en que se cumple medio siglo del primer título para un extranjero: Giuseppe Maffei.
UNA HISTORIA DE PERIODISTAS, RADIO Y POLICÍA
La Vuelta Ciclista del Uruguay, conocida por ser la carrera por etapas más antigua de América, nació en 1939 de la mano de un periodista uruguayo: Enrique «Cheto» Pellicciari.
Pellicciari, que años después retransmitiría a su país la hazaña del «Maracanazo» en el Mundial de 1950, trabajaba en la radio local Sport y, además, era fotógrafo en la Policía, cuenta a Efe el periodista deportivo y nuevo presidente de la Organización Nacional Antidopaje de Uruguay (ONAU), Alfredo Etchandy.
Así, el Club Policial, que pertenecía a la Federación Uruguaya de Ciclismo, organizó esa primera edición de la Vuelta, que se transmitió por Sport y que ganó Leandro Noli, del uruguayo Nacional.
DE LOS CAMINOS DE BARRO AL ASFALTO
Poco a poco, la Vuelta se fue convirtiendo en una prueba «de enorme trascendencia dentro del continente americano», asevera Etchandy, pero hubo que esperar hasta 1970 para que el primer extranjero se alzara con la victoria.
Fue un italiano, Giuseppe Maffei, el protagonista de esta historia, que tuvo lugar hace 50 años.
Los brasileños Pedro Geraldo de Souza y Luiz Carlos Flores completaron el podio de ese año y después «llegaron argentinos, mexicanos, colombianos, españoles…», relata el exsubsecretario nacional del Deporte de Uruguay.
Son las décadas del 50 y 60 las que vivieron, en opinión del periodista deportivo, los mejores años del ciclismo uruguayo.
«Durante toda esta semana la gente se levantaba temprano para escuchar lo que pasaba», explica Etchandy.
El mismo recuerdo guarda Carlos Coussan, un ciclista de los años 60 y 70 que ahora dirige el Club Ciclista de Maldonado (sureste).
«Nunca tuvimos la suerte de ganar ninguna (Vuelta) pero siempre estábamos ahí en el tapete y en la conversación», confiesa en una conversación con Efe.
Quien sí venció, y en cinco ocasiones, fue Walter Moyano, apodado «el Rey de la Vuelta», explica Etchandy, hasta que Federico Moreira, seis veces campeón, le arrebató el título.
Ahora las cosas han cambiado, y de los caminos de barro y las bicicletas pesadas se ha pasado a las rutas asfaltadas y ligeros velocípedos.
«Alguna vez algún ciclista quedó atrapado por la vía del tren, porque bajó la barrera, y, aunque traía varios minutos de ventaja, eso le impidió ganar una etapa que prácticamente la tenía en el bolsillo», rememora Etchandy.
2020: UNA SEMANA SANTA SIN BICIS
En Uruguay, se dice que el año comienza al finalizar la Semana de Turismo (desde 1919 está reconocida en la Constitución la laicidad del Estado uruguayo), «cuando llega el último ciclista», el verano austral termina y es hora de ponerse a trabajar.
El ciclismo, insiste Etchandy, es un deporte de los «más populares en Uruguay», y el que más medallas consiguió para el país en los Juegos Panamericanos. Incluso la última presea olímpica para Uruguay fue para un ciclista, Milton Wynants, en Sydney 2000.
El periodista deportivo explica que era habitual durante esta semana de vacaciones ver apostados en las rutas, mate en mano, a los aficionados que no quieren perderse cómo la Vuelta Ciclista llega a su localidad.
«El resto de la temporada quizá está mal pero llega la Vuelta al Uruguay y la Vuelta al Uruguay siempre sale bien porque es una prueba muy tradicional y todos la queremos y no queremos que se pierda», añade Coussan.
Sin embargo, la Semana de Turismo 2020 será diferente, ya que la emergencia sanitaria que vive Uruguay desde el 13 de marzo, cuando se detectaron los primeros casos de la enfermedad de la COVID-19, causada por el patógeno SARS-CoV-2, acabó con todos los espectáculos públicos.
La Vuelta no se correrá en la fecha prevista, y seguramente tampoco en otra, lamenta Etchandy, porque es «tan tradicional» hacerla en esta semana que fuera de ella «parece difícil».
De esta manera solo queda saber cuándo comenzará Uruguay este 2020 tan especial si el último ciclista nunca llega.
(EFE)
Comentarios