Los centros comerciales de Uruguay, excepto los situados en Rivera (norte), en la frontera con Brasil, reabrirán el martes 9 de junio, tras la ratificación de un protocolo de medidas sanitarias por el COVID-19, según anunció este jueves el Gobierno del país suramericano.
El protocolo, que cuenta con el aval del Grupo Asesor Científico Honorario que asiste a la Presidencia, fue rubricado este jueves por el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado; el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres; el de Salud Pública, Daniel Salinas; el presidente de la Federación de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), Fabio Riverón; y empresarios.
El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, informó de que habrá una «reapertura parcial» de centros, medida que afectará a unos 1.400 locales comerciales y 9.000 trabajadores, excepto los situados en la ciudad de Rivera, que ha sufrido en las últimas semanas un aumento de casos positivos hasta superar a Montevideo.
«De todos los documentos que hemos firmado, este debe ser el más estricto; por eso demoró un mes y 45 versiones», explicó Delgado, quien agregó: «Nos comprometimos a dar pasos cortos, seguros, responsables y evaluados, y eso lo ratificamos hoy».
El secretario de Presidencia explicó que habrá testeos aleatorios entre clientes y trabajadores para «poder tener un muestreo de la circulación viral si es que la hay», además de inspecciones en todos los centros para comprobar el cumplimiento de las normas.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, apeló al sentido común de la población y comentó que «más allá de las precisiones de los protocolos, sean conscientes del uso de la responsabilidad individual, social y solidaria».
Según la web de Presidencia, el protocolo de 16 páginas establece que los centros comerciales abrirán el martes 9 de junio, sin que los clientes puedan sentarse durante las dos primeras semanas en los locales de comida, que solo estarán abiertos para envíos a domicilio o comprar para llevar.
Los clientes estarán obligados a llevar mascarillas, a guardar una distancia mínima de un metro y medio en la circulación y baños y de dos en las cajas, pasarán por controles de temperatura mediante cámaras termográficas y tienen prohibido el acceso si presentan síntomas de COVID-19 o están en cuarentena.
Por su parte, los locales comerciales deberán contar con dispensadores de alcohol en gel y señalizar los puntos de detención en las cajas para mantener la distancia física entre la clientela.
Los probadores de ropa serán desinfectados después de cada uso por parte de un cliente y las prendas tocadas o probadas podrán ser desinfectadas o aisladas durante 48 horas.
(EFE)
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