Viravento es una palabra de origen gallego y tiene que ver con los vientos y las brisas. Basta recorrer el lugar para sentir el viento en la cara y adentrarnos en un lugar con características muy definidas.
Es un paraíso soñado con una impronta rural exquisita. Da gusto estar en ese lugar. Se percibe la tranquilidad, el color y el sabor de otro tipo de vida más alejada del ruido y de los apuros.
Inmerso entre viñedos en la zona de Colonia Estrella es una tierra donde Familia Irurtia viene incursionando desde hace más de 30 años la producción de vinos.
Allí Irurtia presenta un desarrollo inmobiliario innovador sin perder su característica productiva y de marca: los vinos de Irurtia.
Viravento un barrio en plena Colonia Estrella
La idea presentada el pasado viernes incluye un loteo de 54 parcelas en un lugar donde se cultivan uvas de variedades blancas con las que Irurtia producía coñac.
El barrio se ubica en ruta 21 y Camino de los Peregrinos. Se trata de 54 lotes con una superficie que va desde los 2.300 metros cuadrados hasta una hectárea, con un valor que oscila entre US$ 55 mil y US$ 180 mil.
El emprendimiento aportará una inversión final de más de diez millones de dólares, convirtiéndose a corto plazo en referencia del buen vivir, integrándose con la idiosincrasia del lugar, es que todo se planificó respetando la identidad de la zona de Colonia Estrella.
Cada lote se ofrecerá a la venta con viñedos de las cepas Semillón, Ugny Blanc o Sauvignon Blanc de más de 30 años de edad.
Viravento contará con una destilería de Cognac, propiedad de Bodega Familia Irurtia.
El destilado será producido con uvas provenientes de cada uno de estos lotes y cada propietario accederá de forma exclusiva a botellas del producto final.
También habrá un museo donde se presentará la historia de esa colonia a través de las historias de distintas familias que fundaron y formaron el carácter de la zona.
Marcelo Irurtia: «Somos gente de vino que hoy emprende algo nuevo.»
Marcelo Irurtia en el lanzamiento visiblemente emocionado reconoció que «es un momento de gran felicidad para familia Irurtia. Somos gente de vino que hoy emprende algo nuevo e interesante.»
«El proceso de gestación de Viravento lo asemejo a cuando hacemos un vino. Los viticultores cuando hablamos de un nuevo vino primero lo soñamos e imaginamos como lo van a disfrutar. Sabíamos que iba a llegar ese momento de compartir este lugar con gente que le guste lo que definimos como el «buen vivir». Carmelo se ha convertido en una marca del buen vivir. Cada emprendimiento que nace apunta a lo mismo, destacar la producción de vinos, quesos, aceite de oliva, ahora sumamos el coñac,» explicó.