Por Santiago Carbone
Una goleada por 0-3 frente a Colombia en Barranquilla, las complicaciones que trajo la covid-19, el debut de nuevos futbolistas y otra caída ante Brasil forman parte de un 2020 de luces y sombras para la selección de Uruguay.
Quintos en la tabla de posiciones de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Catar 2022, los de Óscar Washington Tabárez saben que no están en la posición más cómoda una vez disputadas las cuatro primeras fechas del certamen.
Sin embargo, también tienen claro que en el año futbolístico que concluyó se sacaron de encima cuatro de los encuentros que, a priori, parecen ser de los más difíciles que tiene la fase clasificatoria: Chile y Brasil en el Centenario, Ecuador y Colombia como visitantes.
El debut con victoria frente a la Roja con un gol de Maxi Gómez sobre la hora y sin Edinson Cavani en la convocatoria mostró que, más allá de sus dos goleadores históricos, la Celeste tiene buenas opciones para conformar su ataque.
De hecho, al igual que el artillero del Valencia, Darwin Núñez también gritó gol cuando le tocó ingresar ante Colombia.
Esto fue muy celebrado por un público que sabe que tanto en la defensa como en el centro del campo no paran de surgir nuevos talentos, pero que mantenía sus dudas sobre el poder ofensivo que tendría Uruguay en el futuro.
No obstante, Luis Suárez y Cavani dejaron ver, una vez más y a fuerza de goles, que están más vigentes que nunca y convirtieron cinco de los siete tantos celestes.
Otro lugar donde Uruguay mostró buenos rendimientos fue en el centro del campo, donde Rodrigo Bentancur jugó ‘de galera (chistera) y bastón’.
Por momentos, el futbolista de la Juventus se convirtió en el dueño del equipo. Firme en la marca, certero en los toques y oportunista para lanzarse al ataque, el ex Boca Juniors fue uno de los más destacados durante los primeros cuatro partidos tanto cuando le tocó jugar al lado de Fede Valverde como cuando compartió con Lucas Torreira.
Otros puntos altos en esa zona del campo fueron las actuaciones de Nicolás de la Cruz y Brian Rodríguez, quienes debutaron de manera oficial.
Ambos con pasado en las selecciones juveniles, aportaron al equipo algo que en algún momento le había faltado: la velocidad por los costados del ataque.
En la defensa, el portero Martín Campaña, llamado a la acción tras la lesión de Fernando Muslera, sumó grandes intervenciones a lo largo de los cuatro partidos y avisó a Tabárez de que puede luchar el puesto al habitual titular.
De igual forma, Agustín Oliveros lo hizo bien en su debut frente a Brasil cuando le tocó suplir a Matías Viña, uno de los infectados por la covid-19.
Dentro de los puntos negativos del año, la caída frente a Ecuador y otra derrota ante Brasil son las dos más destacadas.
El 0-2 de este lunes ante la ‘Verdeamarelha’ dejó claro que este equipo es una piedra en el zapato para Tabárez, quien sigue sin poder ganarle desde que retornó a la selección.
De todas maneras, es altamente probable que esa estadística preocupe poco al ‘Maestro’, o al menos mucho menos que lo que le preocupó el hecho de que los juveniles no pudieran trabajar en el complejo Celeste por varios meses a raíz de una pandemia que sí desvela al entrenador.
De hecho, este lunes aseguró que no sabe que pasará con las eliminatorias y el resto de las competencias ante el aumento de casos positivos.
«Creo que todavía se pueden venir más problemas, esa es la realidad que está mostrando el mundo por lo que me he informado a través de los medios», subrayó.
Por ahora y mientras ninguna decisión cambie, Uruguay deberá poner el foco en el 24 de marzo, fecha en la que viajará a Argentina sin los suspendidos -por tarjetas- Nahitan Nández y Cavani.
Después, la Celeste apuntará a Bolivia, Paraguay, Venezuela y Perú antes de pasar a la segunda rueda, donde intentará sellar su boleto hacia Catar 2022.
EFE
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