Por Lic. en Economía Andrea Burstin (*)
Nota especial para Carmelo Portal
Imaginemos la evolución de la pandemia, como un viaje en carretera. Miremos la distancia recorrida y la velocidad de los últimos días en la evolución de los casos activos en Uruguay. El país tenía el 14 de noviembre, 684 casos activos (197 casos por millón). El número de casos activos se multiplicó * 1,6 los casos en los 10 días previos.
Hay países que en la primera ola habían llegado a ese nivel de casos activos por millón, con una velocidad mucho mayor durante los 10 días previos. Por ejemplo Israel, Alemania y Portugal habían llegado a ese punto multiplicando el número de casos activos * 9.5; * 16.2 y * 18,4 respectivamente.
Veamos ahora 4 casos con velocidades similares en los 10 días previos, hasta alcanzar ese mismo nivel de contagio.
El mix de temperatura y posibilidad de trasladar muchas de las actividades sociales al aire libre; las condiciones en algunas de las infraestructuras sanitarias del país y diferentes políticas y/ o señalizaciones desde el gobierno, y el control de fronteras, llevó a resultados muy diferentes.
Cabe señalar que en Europa, las actividades más complicadas de protocolizar y controlar, como las pequeñas reuniones sociales mezclando hogares en espacios cerrados , son señaladas por los expertos como un importante amplificador de los contagios.
1) Grecia – El 10 de julio había llegado donde estaba Uruguay el 14 de diciembre y a la misma velocidad . Incluso el número de fallecidos por COVID es casi idéntico medido en ese punto de casos activos (18 por millón). A partir de esa fecha y en los meses del verano griego, al igual que en el resto de Europa, los casos crecieron muy poco, aún levantadas muchas de las medidas del confinamiento, pero con restricciones en los aforos, medidas de distanciamiento social y uso de mascarillas. Es recién cuando el país entra en otoño que se dispara la nueva ola de contagios. La época del año por entonces, también es climatológicamente similar a la de Uruguay , aunque la temperatura media en Atenas en julio y agosto está entre los 23˚ C y los 32 ˚C , algo alejado del rango del rango 15 ˚C – 24 ˚ C de Montevideo en noviembre.
2) Australia – El 26 de julio había llegado donde estamos ahora, con la misma velocidad de crecimiento en los 10 días previos. Sin embargo su cifra de fallecidos era significativamente menor : 6 por millón. Por entonces ya se había decretado un estricto confinamiento en el estado de Victoria, que concentraba el 90% de los casos del país. A principios de agosto los casos activos se estancaban y posteriormente disminuían. El confinamiento se extendió hasta finales de octubre.
3) Argentina– El 28 de mayo había llegado donde estamos ahora, a la misma velocidad. Sin embargo el número de muertos era bastante mayor en ese punto: 29 por millón. A partir de ahí y durante los siguientes meses se disparan los casos activos. En los 30 días siguientes a la fecha mencionada se multiplican *4.
4) México– los casos se multiplican por 6 en los 30 días posteriores al punto analizado. La política del gobierno es por entonces totalmente negacionista de la gravedad sanitaria por la que atravesaba el país .
(*) Andrea Burstin es licenciada en Economía por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (España). MBA (Master Business Administration) del Imperial College of London y especialista en industria gastronómica.
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