Cientos de autos siguiendo el cortejo fúnebre, aplausos de ciudadanos en las calles y actos de honor en comandancias de la Policía con caballos fueron algunas muestras de cariño en la despedida definitiva al ministro uruguayo del Interior, Jorge Larrañaga, en su ciudad natal, Paysandú.
El entierro, programado para las 11.00 hora local (14.00 GMT), debió retrasarse ante las innumerables demostraciones de afecto del pueblo sanducero -como se conoce a los habitantes de esta localidad- por uno de los políticos más importantes de Uruguay en las últimas tres décadas.
Una cabalgata con 50 funcionarios de la Policía acompañó el cortejo fúnebre del ministro por las principales calles de la ciudad como homenaje a una de las grandes aficiones del político desde su infancia: los caballos.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y la vicepresidenta, Beatriz Argimón, asistieron al sepelio en el Cementerio Central de esa ciudad, junto a buena parte del gabinete ministerial y representantes de otras fuerzas políticas.
«Le rinden homenaje porque no mandaba, se ponía adelante (…). Con Jorge compartíamos algunos gustos, los cuchillos, los caballos y los relojes. Y no es el reloj en sí, es una valoración de los tiempos, que el tiempo pasa, y no es para todos igual el paso del tiempo si no hay respuestas y hay carencias», expresó el mandatario.
«La actividad política es ensanchar el corazón, es un acto de generosidad, no es querer menos. En el corazón hay lugar para casi todo y querer más en esa familia no sanguínea de la patria. El corazón de Jorge estaba compartido con 3,5 millones de personas», continuó.
Larrañaga falleció el pasado sábado en la tarde, a los 64 años de edad, tras un paro cardiorrespiratorio.
Sus restos mortales fueron velados el domingo pasado en el Palacio Legislativo y, posteriormente, iniciaron un viaje a Paysandú, no sin antes pasar por la sede histórica del Partido Nacional (PN, centroderecha), su formación política.
Allí, cientos de seguidores se acercaron con flores blancas en la mano a despedir al ‘Guapo’, apodo por el que se le conocía desde su infancia, según parece, por su arrojo y valentía.
Larrañaga ocupó la Intendencia de Paysandú, entre 1990 y 1999, antes de lanzarse a la política nacional.
Fue candidato a la Presidencia de Uruguay en 2004 y a la Vicepresidencia en 2009, junto al padre del actual mandatario, el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995).
En 2019 fue precandidato en las internas del PN, de las que emergió como aspirante a la Presidencia el actual jefe de Estado, quien, tras vencer, eligió a Larrañaga para su cartera de Interior, tras considerar la importancia que este siempre concedió a la seguridad pública.
EFE
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