Por Alejandro Prieto
Con una «nueva savia» teatral nutrida de jóvenes dramaturgos y directores, Uruguay tendrá carta blanca para romper con el esquema tradicional del Siglo de Oro y recuperar voces femeninas como país invitado al 45º Festival de Almagro.
Así lo asegura en diálogo con Efe el director del certamen, Ignacio García, en el marco de su visita a Montevideo para empezar a trabajar con los artistas, quienes, acota, pondrán una visión propia sobre las históricas tablas de la localidad castellana.
RECUPERAR LAS OTRAS VOCES
Para García, el hecho de que —un año después de que lo hiciera Portugal— Uruguay tenga la posibilidad de llevar una propuesta al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro va de la mano con la frescura de su creación teatral contemporánea, la cual, dice, «está haciendo hoy grandes propuestas».
«A nosotros nos atrae esa nueva savia, esa nueva mirada, ese respeto por la tradición, pero con una visión de absoluta modernidad y, a partir de ahí, lo que ahora los creadores y las instituciones uruguayas hacen será la sorpresa», resalta.
Así, para el español, que dirigió obras de Pedro Calderón de la Barca, Sor Juana Inés de la Cruz, Miguel de Cervantes o Fray Luis de León en festivales y compañías de todo el mundo, los uruguayos tendrán la oportunidad de «tomar el relevo» de la generación del Siglo de Oro con un toque propio del siglo XXI.
Es que, enfatiza García, el festival apuesta hoy más que nunca a «hacer cultura con todos y para todos» con el foco en «desterrar» la idea de que el Siglo de Oro eran «Lope (de Vega), Tirso (de Molina) y Calderón (de la Barca)», es decir, tres hombres «blancos, castellanos y curas».
El reto más interesante para el director es, entonces, recuperar las voces tanto de autores del Siglo de Oro nacidos en América o Portugal y que escribían en otras lenguas como de autoras mujeres, que —subraya— eran muchas y también «estrenaban en los corrales de comedia más importantes».
«El desafío paritario es muy claro. Antes de volver a leer a Lope y a Tirso también leer a Sor Juana (Inés de la Cruz), a María de Zayas, a Ana Caro de Mallén, a Ángela de Acevedo, a Sor Violante del Cielo (…); una larguísima lista de mujeres a las que ninguno hemos estudiado en las escuelas porque estaban desaparecidas, invisibilizadas», sostiene.
EL TEATRO CLÁSICO, RESERVA NATURAL
A punto de celebrar su edición número 45 en 2022, el Festival de Almagro es hoy, según García, una auténtica «reserva natural» del teatro clásico, ya que, al igual que las reservas que albergan flora y fauna, existe para cuidar su propia especie «en peligro de extinción».
«Las reservas naturales existen para cuidar especies que están a punto de desaparecer. El Siglo de Oro no está a punto de desaparecer pero es una especie en peligro de extinción, (porque) muchos autores y muchas autoras sobre todo han sido olvidadas», indica.
Es en esa línea que el licenciado en Dirección de Escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) de Madrid ve como una urgencia que el certamen que se celebra cada julio en la localidad ciudadrealeña ensanche su «biodiversidad escénica».
La hoja de ruta, dice, está clara, en tanto lo que se busca es una escena que no olvide las raíces pero sea «más representativa» de la sociedad actual y, por ende, «más feminista, más americanista, más accesible y más inclusiva».
EL REGRESO DEL EXILIO
Tras la edición atípica y sin viajes que la llegada de la covid-19 motivó en 2020 y que el vecino Portugal fuera el convidado en 2021, el Festival de Almagro decidió volver a la «senda americanista» emprendida con Colombia y México en 2018 y 2019, respectivamente, al apostar por Uruguay como próximo invitado.
Como apunta García, el boleto fue para el rioplatense como país «muy sorprendente y atractivo», cuyos directores y dramaturgos ya son habituales en la cartelera española pero, además, por los lazos con algunas figuras republicanas de la Generación del 27 que se exiliaron al estallar la Guerra Civil Española (1936-1939).
«Nos parecía que ese viaje de vuelta, esa idea del regreso de los que se marcharon, el regreso del exilio, era una manera formidable de retomar (la senda iniciada con Colombia y México)», remarca.
García aprovechó su visita a Uruguay para ofrecer sendas charlas a gestores y artistas uruguayos en la Sala Verdi y el Centro Cultural de España y espera que la participación de este país no sufra contratiempos por la situación sanitaria.
EFE
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