Las prisiones de Uruguay se encuentran en estado «grave» y tienen un hacinamiento «crítico», reveló el último informe anual sobre la situación del sistema carcelario en el país suramericano, que confirmó la muerte de 86 personas en 2021.
Así lo explicó durante la presentación del informe en el edificio anexo al Palacio Legislativo el comisionado parlamentario para el sistema penitenciario, Juan Miguel Petit, quien enfatizó la necesidad de un plan que encauce la solución a un problema que definió como «sistémico».
«La mala noticia es que la situación es grave, la buena es que esto tiene cura. El desafío es que está en nosotros ponernos de acuerdo con un plan y algo de recursos», resumió Petit, quien desglosó las más de 300 páginas que forman el informe en una concisa presentación.
Entre las situaciones más preocupantes, el comisionado, cuyo equipo monitorea durante el año el estado de las cárceles y recomienda acciones al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), mencionó la cantidad de heridos y muertos, tanto por hechos violentos como por enfermedades.
«En 2021 hubo 86 muertes bajo custodia. Se trata de la mayor cifra ocurrida en un año en Uruguay superando ampliamente el mayor registro anterior, que fue en 2010 con 53 muertes», apuntó, y aclaró que 41 de estas fueron por patologías y 45 por causas violentas, 21 homicidios, 18 suicidios y 6 muertes accidentales o no aclaradas.
Además, apuntó que 224 internos tuvieron que ser trasladados a centros médicos tras resultar gravemente heridos y en 27 de los 86 casos que acabaron en muerte se detectaron fallas asistenciales que pudieron contribuir a la letalidad.
Al tiempo que remarcó que, al igual que en años anteriores, la cantidad de personas privadas de libertad en condiciones de trato «cruel, inhumano y degradante» rondó el 34 %, Petit rescató como un aspecto positivo la buena respuesta ante la covid-19.
«Hubo países con muchos recursos que tuvieron auténticas catástrofes en las cárceles frente a la covid-19. El Ministerio de Salud Pública priorizó la vacunación a los privados de libertad antes de que le dijéramos algo; en eso Uruguay tuvo una excelente práctica», manifestó.
Sin embargo, para el comisionado, la situación del hacinamiento es «crítica», pues Uruguay se ubicó en el puesto 12 a nivel global como uno de los países con más presos cada 100.000 habitantes, con unos 13.693 en 2021 que escalaron a 14.302 según un registro del 27 de abril.
Por su parte, la vicepresidenta uruguaya, Beatriz Argimón, llamó a redoblar esfuerzos para mejorar esta situación.
«Hay acciones que se vienen desarrollando que dan resultado, pero en las que tenemos que avanzar, porque la comunidad del sistema carcelario se ha triplicado en términos de personas que existen y tienen que ser consideradas», concluyó.
EFE
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