El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, resaltó este viernes en Montevideo el «enorme potencial» del Mercosur y aseguró que los latinoamericanos deben estar cada día más juntos.
«Se viene un Mercosur más consolidado, se viene una estrategia común del hemisferio para poder ser los grandes proveedores del mundo. Estamos trabajando de manera muy armónica y construyendo -como nunca antes- una estrategia para los grandes desafíos», aseguró el mandatario durante una breve rueda de prensa.
En concordancia con esto, agregó que los cuatro países que integran el bloque tienen 250 millones de habitantes y generan alimentos para 1.500 millones de personas, al tiempo que remarcó características como su capacidad de generar potencia eléctrica o sus tierras productivas.
«La región tiene un gran potencial para brindarle a todo el mundo», sentenció Abdo Benítez, quien viajó a la capital uruguaya para participar de la reinauguración de una antigua sede de la Embajada de Paraguay que había quedado vacía.
Allí el presidente habló además sobre las recientes elecciones llevadas a cabo en Brasil, que tendrá su segunda vuelta presidencial el 30 de octubre, y dijo que como demócrata debe respetar lo que el pueblo brasileño elija.
«Tenemos que respetar la voluntad del pueblo, seguir trabajando y entender que las relaciones son entre naciones, no entre presidentes. La visión tiene que ser construir un itinerario común en coincidencia y también cuando hay diferencia», puntualizó Abdo Benítez cuestionado sobre la posibilidad de un viraje hacia la izquierda, pues Luiz Inácio Lula da Silva lleva por ahora la ventaja.
El presidente paraguayo también habló sobre la nueva sede de la Embajada y resaltó que la edificación, ubicada en una zona céntrica de la capital uruguaya, representa un patrimonio cultural e histórico, por lo que tildó de «inadmisible» que la casa estuviera cerrada por 11 años.
Antes, durante un discurso que brindó durante la inauguración acompañado por el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, resaltó la amistad entre ambos países y la «histórica común de solidaridad» que tienen.
Ambos mandatarios participaron de un breve recorrido en el que también estuvieron la primera dama de Paraguay, Silvana López Moreira; el expresidente de Uruguay Luis Alberto Lacalle Herrera y el secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración, Sergio Abreu, entre otros diplomáticos.
La sede diplomática propiedad del Estado paraguayo, que data de 1928 y es considerada un patrimonio histórico de la capital uruguaya, fue recuperada y cuenta con un jardín trasero y con un salón de gala que fue revestido con telares de ñandutí, tejido típico del Paraguay.
Esta obra textil, impulsada por la primera dama, contó con la labor de 30 artesanas de la localidad de Itauguá, ubicada a unos 30 kilómetros de Asunción, que diseñaron, tejieron y confeccionaron 70 piezas rectangulares con hilos de colores blanco, beige y arena, ensambladas posteriormente para el revestimiento. (EFE)
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