Por Iñaki Dufour A la espera de Sebas Sosa, tras el fallecimiento el jueves de su madre, con las dudas de Edinson Cavani y Ronald Araujo para el primer compromiso del jueves contra Corea del Sur y con la ambición que despierta el Mundial 2022 en el último torneo de una generación y el primero de otra, la selección uruguaya aterrizó este sábado en Catar, liderada por la ambición y la convicción de Diego Alonso, ante su desafío más grande. Un reto pendiente para Uruguay desde 1950, la última vez que el campeón original conquistó el planeta del balón. Es uno de los títulos mundiales de la 'celeste', que ganó el primero en 1930, en su casa, en Montevideo, y que traspasó la historia con el famoso 'Maracanazo' en 1950, la segunda y última vez que se impuso en el torneo de los torneos. Hace 72 años. Demasiado tiempo. Un total de 17 ediciones, de las que Uruguay se clasificó en once: fue cuarta en Sudáfrica 2010 (aún siguen en la nómina actual de jugadores Fernando Muslera, Diego Godín, Martín Cáceres, Luis Suárez y Edinson Cavani), en México 1970 y en Suiza 1954; alcanzó los cuartos de final en Inglaterra 1966 y en la última edición de Rusia 2018; llegó hasta octavos en México 1986 y en Italia 1990; y no fue más allá de la fase de grupos ni en Chile 1962 ni en Japón y Corea 2002. La ilusión en Qatar 2022 va hasta el "infinito y más allá", según expresó el pasado septiembre el entrenador, que apunta a lo máximo en un torneo que el cuerpo técnico presupone de alta intensidad y ritmo, por el momento que surge en el calendario, con todos los clubes y futbolistas en plena temporada en Europa, en un óptimo estado de forma que dispara la complejidad de cada duelo, mientras aguarda a Corea del Sur, Portugal y Ghana. Cumplida la primera semana de preparación en Abu Dabi, más enfocada a la descarga, al trabajo defensivo o a la presión, este sábado comienza el esprint final hacia la cita del jueves en el estadio de Ciudad de la Educación; cinco días para el estreno de la competición, previsiblemente aún sin Ronald Araujo, que prosigue con su puesta a punto de la lesión en el aductor de la que fue operado hace 53 días, y pendiente de Edinson Cavani, que ya se ha reincorporado después de sus molestias en el tobillo. <strong>UN PROCESO DE 9 PARTIDOS, 31 JUGADORES Y SOLO 2 GOLES EN CONTRA</strong> Ya concentrado en el Pullman Doha West Bay, una moderna e imponente torre de cinco estrellas que forma parte del 'skyline' de Doha, el Mundial es la culminación del proceso iniciado en diciembre de 2021, cuando Diego Alonso relevó a Óscar Washington Tabarez, el seleccionador uruguayo durante los últimos 16 años, y cuando impulsó la reacción de un equipo que había surcado las primeras catorce jornadas de la clasificación Suramericana con sólo 16 de 42 puntos y estaba al borde de la eliminación, con cuatro derrotas seguidas, hasta su llegada. Las cuatro victorias consecutivas e indispensables con las que comenzó la era Diego Alonso (0-1 a Paraguay, 4-1 a Venezuela, 1-0 a Perú y 0-2 a Uruguay) y con las que cerró la fase de clasificación en la tercera posición, sólo superada por Brasil y Argentina, recompusieron a un bloque que añadió tres triunfos (0-3 a México, 5-0 a Panamá y 0-2 a Canadá, en su último amistoso de preparación, el pasado septiembre), un empate (0-0 con Estados Unidos) y una derrota (0-1 con Irán), dentro de un proceso con 18 goles a favor y sólo dos en contra. Siete partidos acumula imbatido el conjunto celeste, en el que han jugado 31 jugadores a sus órdenes desde el pasado enero, de los que 24 están en Catar, que marcará el final de una generación que superó los pronósticos en Sudáfrica 2010, cuando alcanzó las semifinales, con Fernando Muslera, Edinson Cavani, Luis Suárez, Diego Godín y Martín Cáceres, ante su cuarto Mundial, y la irrupción de jugadores como Fede Valverde, transformado en un futbolista incontestable en los últimos meses. <strong>LAS EXCEPCIONES DE RODRÍGUEZ Y TORRES</strong> Los porteros Sergio Rochet -el guardameta de Diego Alonso desde su llegada al equipo- y Sebas Sosa; los defensas José María Giménez, Sebastián Coates, Ronald Araujo -la duda del conjunto celeste a cinco días del debut-, Guillermo Varela, José Luis Rodríguez, Mathias Olivera y Matías Viña; los centrocampistas Lucas Torreira, Manuel Ugarte, Matías Vecino, Rodrigo Bentancur, Facundo Pellistri, Facundo Torres, Agustín Canobbio, Nico de la Cruz y Giorgian de Arrascaeta; y los delanteros Maxi Gómez y Darwin Núñez completan los efectivos de Diego Alonso para armar el once y creer en las cotas más altas. Casi todos, pero no todos, han jugado a las órdenes de Diego Alonso algún minuto en todo este recorrido de nueve partidos. Hay dos excepciones: el lateral derecho campeón con Nacional José Luis Rodríguez, que no ha disputado aún ningún encuentro como internacional absoluto, ni con él ni Tabárez, y protagonista de 45 partidos en el último curso, con tres goles y dos asistencias; y el extremo Facu Torres, figura en el Orlando City de la MLS norteamericana, con 13 tantos y nueve pases de gol, aunque él sí que entró en las primeras convocatorias del técnico y sí jugó antes con su equipo nacional, un total de 10 choques, el último en noviembre de 2021. Un equipo de nivel y una prueba de fuego para Diego Alonso, el entrenador con más de cinco partidos con la 'celeste' con mejor promedio de triunfos de todos los seleccionadores de la historia de Uruguay, con siete victorias en nueve compromisos, un 77 por ciento con el que se presenta en Qatar 2022 y desafía 72 años sin alcanzar la cima del mundo. (EFE)