El emblemático reloj de la rambla apareció días pasados con uno de sus cristales rotos. Vecinos carmelitanos se pusieron de inmediato en contacto con el Municipio de Carmelo y se ofrecieron para conseguir los materiales y arreglarlo, todo en forma honoraria.
Fue así que Carlos Ponce y José Buenahora se pusieron a trabajar, luego de recorrer algunos comercios de la zona y obtener los productos que se necesitaban para ponerlo a nuevo, la solidaridad de los comerciantes fue contundente.
Las divisiones de Electrotecnia e Higiene Zona Oeste de la Intendencia de Colonia también colaboraron, junto a empresas como Viper y Ferretería del Puerto que realizaron sus aportes.
El reloj de la Rambla, emblemático y original, que se le debe «dar cuerda» como los antiguos relojes, vuelve a estar en funcionamiento gracias a la mirada y acción de vecinos con sensibilidad ciudadana y amor al terruño.
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