Karina Sosa, dirigente gremial, aprovechó la conmemoración del 1 de mayo en Carmelo para reflexionar sobre la realidad socioeconómica de la localidad. Durante su intervención, destacó la necesidad de repensar a Carmelo más allá de sus límites geográficos, viéndola como una verdadera ciudad con desafíos y oportunidades propias.
Sosa abordó la temática del territorio y el trabajo con una visión crítica sobre los recursos y las infraestructuras disponibles, como el puerto de aguas profundas a 22 kilómetros, en Nueva Palmira, y la historia reciente de la empresa Calcar, cuyo desenlace es ampliamente conocido en la comunidad.
La líder sindical señaló que, pese a los sacrificios de los trabajadores de la empresa láctea, quienes aceptaron recortes salariales en negociaciones fallidas con la promesa de preservar sus empleos, la realidad les fue adversa, resultando en una pérdida masiva de empleos. “Aunque resignaron salarios y se dejaron llevar por promesas de estabilidad laboral, hoy están desempleados”, comentó Sosa.
Además, Sosa hizo énfasis en la solidaridad hacia esos trabajadores, comprometiéndose a que su lucha continúa siendo también la lucha de los sindicatos. “Es imperativo organizarnos y exigir políticas públicas de empleo robustas, lo que debería haber precedido a cualquier reforma de la seguridad social”, agregó.
Este llamado no solo resalta la adversidad enfrentada por los trabajadores, sino también subraya una crítica constructiva hacia la gestión de crisis y la planificación económica a nivel local y nacional, invitando a una reflexión sobre cómo las decisiones políticas y empresariales influyen directamente en la vida cotidiana de los ciudadanos.
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